domingo, 1 de marzo de 2009

El cielo en verano

El cielo en verano



El cielo veraniego está dominado por varias constelaciones que están situadas sobre la Vía Láctea, el borde de nuestra galaxia. Encima de nuestra cabeza está la Corona Boreal y un poco hacia el Este nos encontramos con Hércules y, luego, próxima ya a la Vía Láctea, la constelación de Lyra.



Lyra tiene forma de romboide, y la estrella que más brilla en ella, de color blanco-azulado, es Vega, la tercera más brillante del firmamento, y en cuyas proximidades en el año 1983 se descubrieron indicios de un posible sistema planetario similar al que rodea al Sol (uno de cuyos planetas es la Tierra).


Como se ve el cielo en verano


Más hacia el Este, y ya de lleno en la Vía Láctea, nos encontramos con una majestuosa constelación en forma de cruz o de cisne volando con las alas extendidas: Cisne (Cygnus), también llamada Cruz del Norte. La cola del cisne está marcada por la estrella Deneb, una de las estrellas más brillantes en el firmamento: una supergigante azulblanca, que, si estuviera tan cerca de la Tierra como la estrella más próxima (después del Sol). ¡Se vería del tamaño de la Luna!


Nuestro sistema solar se mue¬ve, en conjunto, hacia Daneb, a una velocidad de 250 kilómetros por segundo. El Crsne va "volando" en dirección Sur, a lo largo de la Vía Láctea, y enfrente de él se encuentra la constelación del Aquila (Aquila), en cuya cabeza está la estrella Altair. Junto con Deneb y Vega, Altair forma un triángulo de estrellas que recibe el nombre de "Triángulo del Verano". De color azulado, Altair es diez veces más azulado, Altair es diez veces más luminosa que el Sol, y su estudio muestra que contiene magnesio, hierro y titanio.


Hacia el Sur, y siguiendo la Vía Láctea, encontramos varias constelaciones del Zodiaco: Sagitario (Saggitarius), y Escorpión (Scorpio), representadas en la antigüedad como un arquero lanzando una flecha y un escorpión, respectivamente. Las nubes de estrellas que vemos aquí son las más brillantes del firmamento, debido a que estamos mirando al centro de nuestra galaxia. Con la ayuda de unos prismáticos podemos apreciar la presencia de numerosas nubes oscuras de polvo interestelar que ocultan la luz de otras es¬trellas, algunas en formación. En el corazón de Escorpión hay una estrella roja, Antares, que emite ondas de radio. Ejemplar clásico de supergigante roja tiene forma de huevo y un tamaño impresionante (1.700 veces el del sol).

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